Libros

Autores independientes

Hubo un tiempo en que los autores independientes tenían mala fama. Se dudaba de la calidad de sus libros, tanto por lo que hace a su contenido como a su presentación (portada, maquetación, ortografía, etc.). La verdad es que los títulos publicados por editoriales convencionales solían tener ciertos filtros de calidad que les daban ventaja. Hoy en día, sin embargo, a medida que las editoriales han tratado de economizar en correcciones y demás etapas del proceso de publicación, y que los autores independientes han ido alcanzando un mayor grado de excelencia, esas diferencias ya no existen. O, al menos, no tienen por qué existir.

Que nadie me malinterprete. Hay obras independientes que son realmente pésimas, con claras deficiencias en la calidad del material y un formato muy pobre. Sin embargo, también las hay que son iguales o incluso superiores en calidad a cualquier obra publicada por alguna de las editoriales más conocidas. La pregunta del millón es cómo diferenciar lo bueno de lo malo. No hay una respuesta clara, como tampoco la hay con cualquier obra convencional que podamos encontrar en una librería. Es cuestión de informarse sobre el autor, hojear el índice y algunas páginas. En fin, lo típico. Eso, en la mayoría de los casos, debería bastar para tomar una decisión informada de compra.

La edición de libros solía ser un coto privado al que muy poca gente podía acceder. Actualmente, mediante la autoedición es posible publicar libros a precios más reducidos, con gran calidad y múltiples ventajas para los autores. Es por eso que no hay que tener miedo a la descripción Independently published que aparece en Amazon en el caso de aquellas obras que han sido autoeditadas. Las cosas están cambiando mucho y, generalmente, para bien.

En lo personal, hace algunos años que tomé la decisión de autopublicar mis libros. Para ello se requieren determinados conocimientos, pero nada que no se pueda aprender y llegar a dominar con ganas y dedicación. No es fácil, pero las ventajas superan con creces a los inconvenientes. Los lectores y las ventas son los jueces finales. En mi caso particular, no me puedo quejar.