Uno podría gastarse una auténtica fortuna intentando promocionar su libro, producto, servicio, etc. en redes sociales y otros espacios online, pero nada, absolutamente nada, es más efectivo que el boca a boca de toda la vida.
Los seres humanos somos sociables por naturaleza y, por tanto, sentimos la necesidad de contar cosas a quienes nos rodean, de comunicarnos con los demás. Muchas veces se trata de temas negativos, problemas de salud o trabajo y un sinfín de cosas más que nos agobian y deseamos sacar afuera, pero también es muy importante compartir lo positivo. Si has probado algo que te ha gustado o te ha hecho bien, es lógico y natural que desees compartirlo con otras personas, especialmente las más allegadas y queridas.
Hoy día, ese «boca a boca» ha adoptado otra forma que pocos hubieran imaginado hace algunos años: compartir a través de las redes sociales. En ocasiones no somos conscientes del poder que tenemos en nuestras manos, del bien que podemos hacer compartiendo o haciendo comentarios positivos. Lamentablemente, entre la mercantilización de las grandes empresas de Internet y la presencia habitual de personas que se encargan de esparcir por doquier su mal humor, frustraciones y críticas despiadadas, se nos olvida que lo bueno también es contagioso.
Dicho esto, confío enormemente en que mi nuevo libro, A Jacob Amé, pueda ser una de esas cosas positivas que bien merece la pena compartir. Está escrito desde el amor de un pastor que se siente anonadado ante la soberanía y gracia sin par de un Dios maravilloso, que escoge, llama y comisiona a personas concretas y a todo un pueblo para llevar su conocimiento hasta el último rincón del planeta. Si te hace bien, o crees que merece la pena, ayúdame a compartirlo. Habla sobre él, escribe un comentario. Tú puedes llegar donde otros no pueden, ni con todo el dinero del mundo.
Aquí te dejo este enlace donde se puede ver un fragmento del libro, comprarlo o compartirlo mediante el correo electrónico, Facebook o Twitter. Es tan fácil como darle al botón que más te interese. ¡Y sin son los tres, mejor que mejor! Muchas gracias por estar ahí. Gracias por compartir.